Hoy en día, la logística juega un papel fundamental en el que el margen de error no tiene cabida. La velocidad de las entregas, la precisión en el inventario y la eficiencia en los procesos son, hoy por hoy, estándares que el cliente da por hechos. Para asegurar todo este engranaje, un sistema de gestión de almacenes se convierte en un elemento fundamental que permite responder con agilidad a las exigencias del mercado.

 

Todo bajo control en todo momento

Puede que el beneficio más evidente de implantar un SGA sea la visibilidad de la información en tiempo real. Al disponer de datos actualizados al instante acerca del inventario y las operaciones que se realizan en el almacén, las decisiones se pueden tomar de manera rápida y acertada.

El uso de herramientas como terminales móviles, códigos de barras o RFID permite conocer en todo momento qué productos están disponibles, su ubicación y su estado.

Este control reduce drásticamente el nivel de errores, lo que a su vez acelera los procesos y genera más confianza, tanto en los clientes como en el propio equipo.

 

Mejor gestión del espacio

Contar con un sistema robusto que ayude a ubicar cada artículo o recomiende la mejor localización según la rotación o características de los productos se convierte en un aspecto fundamental.

Gracias a esta mejora en la optimización del espacio los procesos se vuelven más eficientes, con recorridos de picking más ágiles y tiempos más cortos. La repercusión es inmediata, tanto en la reducción de costes como en el aumento de la satisfacción del cliente.

 

Integración absoluta para un rendimiento sin precedentes

Contar con un buen sistema de gestión de almacenes que funcione en solitario no tiene mucho sentido si lo que se pretende es integrar el flujo de trabajo del almacén en el resto de la compañía.

Es por ello por lo que la integración con el resto de los sistemas de la empresa debería ser fluido, sencillo y útil. Desde el ERP hasta las plataformas de ecommerce pasando por el TMS, cualquier solución que ya se encuentre funcionando en la compañía debería poder conectarse para permitir crear un ecosistema funcional que maximice las ventajas y facilite la adaptación a nuevos escenarios de manera lo más imperceptible posible.

 

Un ahorro que va más allá de lo tangible

Todas las ventajas que hemos comentado hasta ahora repercuten positivamente, y de forma más o menos directa, en la cuenta de resultados de la empresa. Sin embargo los beneficios de implantar un SGA traspasan las fronteras de lo tangible.

Gracias a la optimización de los procesos en el almacén se logra reducir el sobreestocaje, se minimizan los movimientos innecesarios y se aprovechan mejor los recursos energéticos.

Además del impacto económico que ya hemos mencionado, estas acciones impactan también de manera positiva en la huella ambiental de la empresa, algo que cada vez pesa más en la percepción del consumidor y en la responsabilidad corporativa.

 

La aportación de InLOG

Con todo lo anterior en mente, desde InLOG desarrollamos soluciones que aportan un valor diferencial.

Más allá de la tecnología, ofrecemos herramientas que resuelven problemas reales. Mejoramos la precisión de los procesos, integramos operaciones con otros sistemas, ofrecemos visibilidad en tiempo real y, sobre todo, acompañamos a las empresas en una transformación que repercute en mejoras inmediatas y cuya adaptación pueden realizar a su ritmo.

Hoy más que nunca, un almacén ya no es solo un espacio donde guardar productos: es el corazón de la cadena de suministro y el punto clave donde se juega la satisfacción del cliente. Contar con un sistema de gestión moderno y bien implantado no solo te permitirá ser más rápido y eficiente, también te ayudará a transformar tu operación en un entorno sostenible, conectado y preparado para el futuro.